Voy a romper las ventanas y a entrar como el aire...

martes, 4 de diciembre de 2012

Días de hielo

Llegó diciembre, lo que era tu mes. Y el mío también.
En definitiva, nuestros días.

2011. Mis días, los tuyos se volatizaron.

2012. Las fechas, tu recuerdo, mi necesidad de ti.
La omnipresencia de la ausencia.

Yo ignoraba que un bebe a los 18 meses entra en pleno despertar...
Según las teorías,  empieza a curiosearlo todo: cajones, armarios, tesoros escondidos.
Su lenguaje se desarrolla. Su autonomía se hace espectacular: puede comer solo.
Y se hacen necesarios los rituales como el beso de buenas noches.
Pero lo más importante, es la necesidad de seguridad afectiva que crece en él. Pero dime, ¿para qué?

Te has ido hace 18 meses, no sé si he vuelto a nacer.
Los que me conocen supongo que dirán que sí. Desde el exterior, era inevitablemente un alivio.
Yo tengo la sensación de estar inconsciente.

A pesar de todo el daño que me has hecho,
daría mi vida por hablarte durante media hora,
sentarme a tu lado, mirarte y contarte todo lo que siento desde hace un año y medio.
Verte angustiada por cumplir años, tranquilizarte y transmitirte que merece la pena todo lo vivido. Abrazarte y besarte. Sólo demostrarte que te entiendo, cada día un poco más.

Creo que me parezco demasiado a ti y no puedo evitar asustarme con la idea de volverme como tu.

¿Pero sabes? eso es lo de menos. Me da miedo la vida, aquel maldito laberinto sin sentido en el que me has metido.
Me pierdo y no sé el motivo.
No hay nada, no te siento.
Me prometías señales. Mentíras.
Y si te digo la verdad era mi única esperanza
para entender "por qué" todo esto.

Así que rompo la teoría de los 18 meses,
-has muerto, he vuelto a nacer (?)-
no estás, tampoco ella ( viajó contigo en marzo), ni tu prima, ni el hermano de tu padre, ni su alma gemela peluche...todos, se van.
podría haber sido yo, uno de mis hermanos, no importa quién.
Perdemos la vida, al igual que la ganamos: sin quererlo y haciendo daño.

Y sólo quiero comprender ¿por qué?
y la respuesta es un eco que se pierde en tu recuerdo.

Tu me manques Maman.

PD. Y aún te oigo susurrarme tu canción, no he conseguido salvarte, no soy tu ángel de la guardia.
Y te cansaste de esperar a que echáramos a volar...lo hiciste sin mí. Perdóname.


1 comentario:

  1. Un texto muy intenso.
    Nietzche en "Asi hablo Zaratustra", se refería a las 3 transformaciones, que intentare comentar seguramente faltandole tanto a su idea que se convertira en otra nueva, pero vale el intento.
    Pimero debemos ser mulas, burros, para cargar con todos aquello pesado de la vida, todo el dolor, todo el sufrimiento. Luego (no en sentido temporal) un león, para destruir todas esas cargas. Por último, la transformación final debía ser a bebe, ya que podemos construir, crear, un mundo nuevo. Un saludo

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